Por el largo camino en la vieja carreta
Iba el mísero circo una tarde invernal
Y una vos melodiosa de dulzura infinita
Entonaban este triste cantar
Yo soy la muchacha del circo,
Por una moneda yo doy
Un poco de humilde belleza,
Un poco de tibia emoción.
Yo soy la muchacha del circo,
Por esos caminos yo voy
Ceñida en mi malla de seda
Repartiendo a todos
Flores de ilusión.
Ahí va la muchacha del circo,
No encuentra consuelo ni amor,
Regala a los otros la dicha
Y sufre miseria y dolor.
Por fin una noche la mano,
Cansada, el trapecio aflojó
Y... ¡pobre muchacha del circo!
Buscando un aplauso,
La muerte encontró.
Colgada del frágil trapecio,
Su cuerpo elegante parece al saltar
Una paloma blanca que al cielo
Con ansias locas quisiera llegar.
Mientras la gente
Emocionada
Contempla inquieta su salto mortal,
Bajo la lona
Del viejo circo
Un frío de muerte se siente cruzar.