Gloria a Dios en las alturas, recogieron las basuras de mi calle, ayer a oscuras y hoy cuajada de bombillas. Y pusieron un cartel con la foto de los tres y banderas de papel verdes, rojas y amarillas. Y al darles el sol la espalda revolotean las faldas bajo un manto de guirnaldas para que el cielo no vea, en la noche de San Juan, cómo comparten su pan, su mujer y su galán, gentes de cien mil raleas. Apurad que allí os espero si queréis venir pues cae la noche y ya se van nuestras miserias a dormir. Vamos subiendo la cuesta que arriba mi calle se vistió de fiesta. Hoy el noble y el villano, el prohombre y el gusano bailan y se dan la mano sin importarles la facha. Juntos les encuentra el sol a la sombra de un farol empapados en alcohol magreando a una muchacha. Y con la resaca a cuestas vuelve el pobre a su pobreza, vuelve el rico a su riqueza y el señor cura a sus misas. Se despertó el bien y el mal la zorra pobre al portal la zorra rica al rosal y el avaro a las divisas.
Se acabó, el sol nos dice que llegó el final. Por una noche se olvidó que cada uno es cada cual. Vamos bajando la cuesta que arriba en mi calle se acabó la fiesta.