No soy mujer de las que creen
Que entienden lo que es sentirse bien o mal
Nunca tendre las palabras que
Te digan cosas sin lastimarte
Sé que no es fácil
Hacer lo que quiero sin importarme
Puedes ser parte de mí
Déjame ir o será muy tarde
No te pido perdón
Pues sé que fue tu error
Ámame, déjame, búscame
Pero déjame seguir
Y dónde queda la parte de mí
Que nunca sabe hacia donde ir?
Si me equivoco, solo ámame
Déjame, búscame, quédate
Hasta que regrese a ti
Y dónde queda la parte de mí
Que nunca ha dado el corazón por ti?
No me entiendas, solo ámame
Déjame, búscame, quédate
Porque santa nunca fui
No soy mujer, de las que ven
Y juzgan todo tan solo con mirar
No soy igual que las demás
Que quieren las cosas que no les puedes dar
Ven y ayúdame a sentir
Que no necesito ya de nadie más y así
No me mate la verdad
Pues no soy igual, pero santa nunca fui
No te pido perdón
Pues sé que fue tu error
Ámame, déjame, búscame
Pero déjame seguir
Y dónde queda la parte de mí
Que nunca sabe hacia donde ir?
Si me equivoco, solo ámame
Déjame, búscame, quédate
Hasta que regrese a ti
Y dónde queda la parte de mí
Que nunca ha dado el corazón por ti?
No me entiendas, solo ámame
Déjame, búscame, quédate
Porque santa nunca fui
Y dónde queda la parte de mí
Que nunca sabe hacia donde ir?
Si me equivoco, solo ámame
Déjame, búscame, quédate
Hasta que regrese a ti
Y dónde queda la parte de mí
Que nunca ha dado el corazón por ti?
No me entiendas, solo ámame
Déjame, búscame, quédate
Porque santa nunca fui
Santa no soy y no seré
Y dónde queda la parte de mí
Que nunca sabe hacia donde ir?
Si me equivoco, solo ámame
Déjame, búscame, quédate
Hasta que regrese a ti
Y dónde queda la parte de mí
Que nunca ha dado el corazón por ti?
No me entiendas, solo ámame
Déjame, búscame, quédate
Porque santa nunca fui
Y dónde queda la parte de mí
Que nunca sabe hacia donde ir?
Si me equivoco, solo ámame
Déjame, búscame, quédate
Hasta que regrese a ti
Y dónde queda la parte de mí
Que nunca ha dado el corazón por ti?
No me entiendas, solo ámame
Déjame, búscame, quédate
Porque santa nunca fui